Guía de aplicación clínica
Objetivos MAP por condición: evidencia, matices y un algoritmo a pie de cama
Una PAM ≥65 mmHg es un punto de partida, no una meta. Aprenda los objetivos específicos para cada afección y cómo adaptarlos a cada paciente.
Resumen rápido
Una PAM ≥65 mmHg es un punto de partida seguro para muchos adultos, pero la condición, las comorbilidades y los marcadores de perfusión deben guiar el objetivo real.
- Utilizar marcadores de perfusión para individualizar (estado mental, diuresis, lactato, piel).
Tiempo de lectura
8–10 minutos
Audiencia
Clínicos, personal de urgencias/UCI/quirófano, residentes
Last Updated
Enero de 2025
Por qué 65 es un punto de partida, no una regla
En adultos sanos, una PAM de 70–100 mmHg es típica. Los protocolos suelen comenzar con ≥65 mmHg, pero este umbral puede resultar insuficiente o excesivo según la edad, la hipertensión crónica, el estado neurológico y la disfunción microcirculatoria.
Objetivos MAP específicos para cada afección (basados en la evidencia)
General
Adulto general (estable): 70–100 mmHg; evitar extremos.
Sepsis
Sepsis: inicie en ≥65; suba si HTA crónica o persisten signos de hipoperfusión. [1]
TBI / Neuro (CPP)
TCE: CPP 60–70 mmHg → suele requerir PAM ~80–110 según la PIC. [2]
Ischemic Stroke
Ictus isquémico (temprano): hipertensión permisiva; evite caídas bruscas de PAM. [3]
Post–Cardiac Arrest
Posparada cardiaca: generalmente ≥65–75 mmHg; alinee con neuropronóstico y soporte de órganos. [4]
Perioperative / Renal Risk
Perioperatorio/quirófano: individualice por PA basal, riesgos quirúrgicos y vulnerabilidad de órganos (riñón, cerebro, corazón).
Riesgo renal (ERC/ancianos): considere PAM algo mayor si hay AKI o diuresis baja pese a reanimación. [6]
Cómo individualizar de forma segura
- Utilice una verificación en dos partes: (1) Objetivos macro (PAM) (2) Marcadores micro (perfusión).
- Micromarcadores: estado mental, diuresis ≥0,5 mL/kg/h, lactato/aclaramiento, temperatura cutánea/relleno capilar, moteado, ecografía a pie de cama.
- Si la perfusión es inadecuada con una PAM de 65, aumente la presión arterial en 5-10 mmHg y reevalúe las tendencias, no los valores individuales.
- Evite la hipertensión innecesaria: una PAM elevada aumenta la demanda de O2 del miocardio y la poscarga; reduzca la dosis una vez que mejoren los marcadores.
Cuando la precisión importa (Puño vs. Línea A)
Preferir la línea A cuando se esté tomando vasopresores, en cambios rápidos, hipotensión grave o casos neurológicos (objetivo de PPC).
La PAM del manguito suele estar dentro de un rango de 5–10 mmHg en ritmos estables; confirmar si las decisiones dependen de pequeñas diferencias.
Algoritmo de cabecera
- 1) Inicio: ajuste la PAM ≥65 (a menos que haya indicaciones neurológicas).
- 2) Verificar los marcadores de perfusión y el historial de presión arterial basal.
- 3) Si los marcadores son deficientes → aumentar el objetivo en 5–10 y tratar la causa (líquidos/presores).
- 4) Si neuro/TCE → establecer objetivo a través de CPP = MAP − ICP; involucrar al equipo neurológico.
- 5) Monitorear las tendencias; reducir la intensidad a medida que la perfusión se normaliza para evitar daños.
Preguntas frecuentes
¿Un valor más alto siempre es mejor?
No. Una PAM excesiva puede empeorar la isquemia miocárdica, la poscarga y el riesgo de hemorragia. Utilice la PAM más baja que mantenga una perfusión orgánica adecuada.
¿Los pacientes hipertensos crónicos necesitan una PAM más alta?
A menudo sí, especialmente para la perfusión cerebral y renal; aumentar con precaución y reevaluar los marcadores de perfusión.
¿Qué ocurre si el lactato se mantiene elevado a pesar de que la PAM sea ≥65?
Reevaluar el estado del volumen, el control de la fuente de hemorragia, el gasto cardíaco y la microcirculación; la PAM por sí sola puede ser insuficiente.
Referencias
- Evans L, Rhodes A, Alhazzani W, et al. Campaña para la Supervivencia a la Sepsis: Guías Internacionales 2021 para el Manejo de la Sepsis y el Choque Séptico. Intensive Care Med. 2021;47:1181–1247. doi:10.1007/s00134-021-06506-yCampaña para la Supervivencia a la Sepsis 2021
- Carney N, Totten AM, O’Reilly C, et al. Guía para el manejo del traumatismo craneoencefálico grave, cuarta edición. Neurocirugía. 2016;80(1):6–15. doi:10.1227/NEU.0000000000001432Pautas para el traumatismo craneoencefálico grave (CPP)
- Powers WJ, Rabinstein AA, Ackerson T, et al. Guía AHA/ASA 2019 para el manejo temprano de pacientes con accidente cerebrovascular isquémico agudo. Stroke. 2019;50:e344–e418. doi:10.1161/STR.0000000000000211Guías para el ictus isquémico agudo
- Panchal AR, Bartos JA, Cabañas JG, et al. Guías de la Asociación Americana del Corazón de 2020 para RCP y ECC: Cuidados posparo cardíaco. Circulation. 2020;142(16_suppl_2):S469–S523. doi:10.1161/CIR.0000000000000916Atención posterior a un paro cardíaco
- Salmasi V, Maheshwari K, Yang D, et al. Relación entre la hipotensión intraoperatoria, definida como la reducción respecto al valor basal o los umbrales absolutos, y la lesión renal aguda y la lesión miocárdica tras cirugía no cardíaca. Anesthesiology. 2017;126(1):47–65. doi:10.1097/ALN.0000000000001432Hipotensión intraoperatoria y resultados
- Guía de práctica clínica KDIGO para la lesión renal aguda. Kidney Int Suppl. 2012;2(1):1–138.Guías KDIGO para la IRA